Leo y leo y quizás la única razón es que intento encontrar lo que yo mismo escribiría. Pero el mundo es tan grande, como la personalidad de quienes lo habitan únicas.
Un día pensé que había encontrado la mitad que me complementaba perfectamente.
Hoy se que eso es imposible, puesto que no existe simetría perfecta.
No obstante, igual encajas por ahí. Es cuestión de nivel de adaptación. Vete tú a saber.
A mi es algo que ha dejado de interesarme.
O no.
Porque sigo leyendo, y sin querer entrar en ningún molde. A fuerza de romper algunos de ellos , no entrar en otros y sentirte como la hermanastras de cenicienta probándose la zapatilla, o simplemente porque nunca me gusto el barro, y prefiero rodearme de agua y aire limpio.
Y por supuesto escribiendo cosas que tampoco encajan en una víspera de San Valentín.
Pero ya rompí mi tarjeta del Corte Ingles hace tiempo.
Así pues lo dejaré pasar.
Lindo no, lindísimo. Gracias Marcelino