Buenas
Durante estos días hemos visto como los medios han reproducido una y otra vez un vídeo donde una menor (tiene 13 años) agrede a otra propinándola una paliza salvaje en España. Este vídeo fue grabado por compañeras de ambas sin que nadie interviniera para evitarlo.
El hecho de que haya violencia en las aulas no es nuevo. Siempre hubo peleas y deberíamos saber distinguirlo de lo que es un acoso continuado/bullying y no es achacable a la red. Pero si uno analiza detenidamente cada uno de los pasos que nos ha llevado a conocer lo ocurrido quizás si veamos como han cambiado las cosas, y los problemas evidentes a los que nos enfrentamos sin poner los medios para solucionarlos.
Lógicamente uno insiste una y otra vez en que la educación es un arma muy poderosa para evitar estos daños, y que obviamente esto no es problema, o no lo es solamente, tecnológico. Los padres y educadores tenemos la responsabilidad de educar a nuestros hijos. Las autoridades en actuar si un caso se detecta con toda premura y diligencia, nuestros gobernantes en emitir las leyes y normas que nos permitan afrontarlos de una manera sencilla. Ahora bien, ¿y las empresas?. ¿Qué responsabilidad tienen sobre esto?. La respuesta es que moralmente la tienen toda, puesto que se lucran con su actividad, y legalmente ninguna puesto que o bien la ley no les hace responsables o directamente se la saltan.
Volviendo a lo ocurrido estos días les pondré un ejemplo evidente.
Si han visto el vídeo horroroso de la agresión que han emitido una y otra vez, y se han sentido escandalizados vean la respuesta de Facebook, dónde se distribuye este vídeo que han utilizado todas las cadenas, cuando los usuarios piden que se retire.
¿Queda claro?
Uno puede pensar que es un error o una anécdota. No lo es. Facebook hace lo mismo una y otra vez con contenidos absolutamente dañinos y peligrosos, y que incluso muchas veces constituyen delito.
Esto respondió Facebook ante el comentario de un tipo que decía que quería sexo y pedía sus datos en un perfil de una niña que no pasaba de 10 años, mostrando su pene . (Por supuesto los padres de la presunta cría tienen responsabilidad, insisto). ¿Pero qué hace Facebook?
¿Qué ocurre cuando en Facebook se monta una página de pornografía infantil y uno la denuncia?
Y tantos y tantos ejemplos que uno podría poner.
Ayer el Evento de Iredes fue inaugurado la directora de Alianzas Estratégicas para Latinoamérica de Facebook, Laura Gonzaléz-Estégani. Dijo que Facebook estaba transformando el mundo. Sobre esto no dijo nada, por supuesto, y todo el mundo aplaudió a rabiar. Yo no mucho, puesto que desde que uno lleva denunciando estas cosas, y ya son años, lo único que ha recibido de Facebook es este correo
Claramente no, no los comprendo
Saludos
Yo sí lo comprendo, me temo. A Facebook, como a Google, sólo le importa hacer caja, y la forma en que hacen caja es indexando contenidos y estudiando las preferencias de sus usuarios. En este sentido les da igual que el contenido indexado sean vídeos violentos o apologías de la pederastia: su modelo de negocio es recabar cuantos más datos mejor. Si hay alguna denuncia seria y la ley les obliga a retirar algún contenido, lo hacen siempre a regañadientes. En cambio lo tuyo es distinto. Tú vienes denunciando sus prácticas inmorales y el peligro que suponen para la sociedad; tú pones en peligro su modelo de negocio; por tanto, te niegan el acceso con una diligencia desacostumbrada.
Además, los emprendedores de Silicon Valley profesan una suerte de ideología ciberlibertaria según la cual no se puede ni se debe poner ninguna traba a la libre circulación de información en la Red, que será una especie de mente colmena que redimirá a la humanidad, aunque en una última fase tomarán conciencia los ordenadores y acabarán reemplazando a los humanos. Lógicamente esta tolerancia ciberlibertaria se acaba en el momento que se vea afectado su negocio. Se tolera todo menos lo que va directamente contra sus planes.
Marcelino, por favor, no abandones tu lucha contra estos gigantes despiadados. Desde posiciones ideológicas distintas, tienes mi admiración.